miércoles, 8 de mayo de 2019

La verdad de los detectives que cambia tu vida


El pasado día 2 de mayo J. Oliver y A.Oliver  fueron invitados a debatir, en el programa De boca a orella de Rne, Ràdio 4, sobre la profesión del investigador privado y su día a día. Esto porque fue el día en que se conmemoró los 20 años de la creación de la asociación de detectives privados de Cataluña, primera asociación a nivel Europeo y reconocida a nivel internacional.

El trabajo del detective privado es muchas veces definido como la profesión donde se investiga la vida de las otras personas, pero a menudo sin autorización para ello. No podría ser una definición más incorrecta. El trabajo del detective tiene que ser objetivo, está regulado y tiene que ser legítimo investigar a la persona que el cliente pide. No se puede investigar si no hay legitimación.

La función del detective es buscar la verdad, siempre. Hay veces en que esa verdad no es la que el cliente quiere o estaba esperando, pero es la que recibe por parte de los profesionales a quien ha contratado para desvelar sus incertidumbres.

Usualmente el cliente contacta estos profesionales porque tiene una sospecha sobre uno de los más diversos temas posibles, tanto a nivel empresarial como personal. Puede ser un caso de infidelidad, pensión alimenticia, baja fingida, alquiler ilegal o por ejemplo competencia desleal. Debido al elevado número de casos posibles, el día a día de un detective suele ser siempre diferente, pasando muchas horas en la calle investigando y buscando pruebas para aportar a los clientes. Pruebas esas que si no son obtenidas legalmente de nada sirven.

Además del trabajo en la calle, el detective busca la información en todos los medios a su disposición. Muchas veces los propios investigados “ayudan” en el proceso ya que publican toda su vida en las redes sociales o en la web. Como ejemplo de eso se puede comentar el boom del Airbnb en el alquiler de pisos turísticos ilícitos que ha aumentado enormemente y donde todas las informaciones suelen estar a la disposición de quien las busca online, pero aportar pruebas de eso muchas veces no es tan sencillo. Es aquí que entra el trabajo del investigador privado.

Sin embargo, es importante aclarar que investigar y espiar son conceptos distintos que mucha gente suele mezclar. Espiar es una actividad ilícita mientras que el trabajo de investigación por parte del detective es legal y está regulado por ley. No todo el mundo puede investigar y nombrarse detective, tiene que estar debidamente habilitado y tener licencia profesional.

La realidad supera siempre la ficción y no hay nada más gratificante que poder descubrir una verdad que tiene la capacidad de cambiar la vida de alguien para mejor, sin nunca olvidar que los fines no justifican los medios y que todo tiene que estar dentro de la frontera legal existente.


Para escuchar toda la entrevista, accede Aquí



Sindia Alves y A. Oliver
Antropóloga y Detective
de Detectives Oliver







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