miércoles, 13 de junio de 2018

Los geolocalizadores no son el problema


Con la evolución de la tecnología cada vez más personas dejan de recurrir al uso del convencional mapa en papel y empiezan a depender del uso del GPS cuando no saben cómo orientarse en una determinada ciudad. Además de su utilización en cuestiones de ocio es también fundamental para muchos en sus vidas profesionales, como es el caso de los taxistas por ejemplo.

Estos dispositivos pueden tener muchas funciones distintas, asimismo de auxiliar en la orientación en determinado lugar, para localizar personas, prevenir el robo de vehículos e incluso proteger niños o mascotas.

Actualmente este tipo de tecnología ha ayudado también al trabajo de detectives privados en el seguimiento de personas/coches. Sin embargo este tipo de procedimiento ha sido un poco polémico ya que ha llevado a algunos investigadores ante el tribunal por sospecharse de invasión a la privacidad. Aunque, la utilización de dispositivos GPS por parte de estos profesionales, siempre que esten en ejercicio de sus funciones, se considera admisible si se realiza en la vía pública y no sustituye el trabajo del detective.

Como se describe en el artículo 48, de la Ley 5/2014, de 4 de Abril, de Seguridad Privada: 


“1. Los servicios de investigación privada, a cargo de detectives privados, consistirán en la realización de las averiguaciones que resulten necesarias para la obtención y aportación, por cuenta de terceros legitimados, de información y pruebas sobre conductas o hechos privados relacionados con los siguientes aspectos: 

a) Los relativos al ámbito económico, laboral, mercantil, financiero y, en general, a la vida personal, familiar o social, exceptuada la que se desarrolle en los domicilios o lugares reservados. 


3. En ningún caso se podrá investigar la vida íntima de las personas que transcurra en sus domicilios u otros lugares reservados, ni podrán utilizarse en este tipo de servicios medios personales, materiales o técnicos de tal forma que atenten contra el derecho al honor, a la intimidad personal o familiar o a la propia imagen o al secreto de las comunicaciones o a la protección de datos. 


6. Los servicios de investigación privada se ejecutarán con respeto a los principios de razonabilidad, necesidad, idoneidad y proporcionalidad.” 

De este modo, sobre la base de la legislación mencionada, la colocación de un GPS (que sólo registra donde el vehículo se encuentra físicamente) debe equipararse a un seguimiento efectuado por un detective privado directo y personalmente. Este profesional tiene todo el derecho de apoyarse en medios tecnológicos para realizar su trabajo desde que respeten los principios básicos de razonabilidad, necesidad, idoneidad y proporcionalidad.





La utilización de los geolocalizadores no es un delito en nuestra profesión, es una herramienta más que nos proporciona seguridad. Poniendo como ejemplo, el hecho de que por mucho que el investigado exceda la velocidad marcada, nosotros no tenemos justificación para seguirlo al mismo ritmo, atentando contra la seguridad pública, seguridad vial y nuestra propia integridad. 

También destacamos que el geolocalizador nos da información del posicionamiento de la persona en vía pública, hecho que sería el mismo como si siquieramos al investigado nosotros mismos, así dicha herramienta no nos da más información de la que nosotros mismos a pie de calle podamos ver/adquirir. 

La utilización del GPS o geolocalizador como tal por un detective privado que está en pleno ejercicio de su oficio, no es considerado un delito.


Sindia Alves y A. Oliver
Antropóloga y Detective 
de Detectives Oliver

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